miércoles, 6 de marzo de 2013

Sobre la financiación de los partidos políticos

Actualmente existen dos maneras básicas de financiar los partidos:

  • Financiación privada.
  • Financiación pública dependiendo de los resultados de las últimas elecciones.

En el primer caso se produce el problema de que los intereses privados de los que han puesto el dinero mandan sobre los intereses públicos.

En el segundo caso el problema viene porque, por un lado, un partido recién creado no recibe ninguna ayuda para promocionarse y, por el otro lado, los partidos grandes cada vez tienen más recursos para promocionarse. La teoría es que en cada elección todos los partidos deberían partir de 0, no tener una ventaja sobre los demás dependiendo de lo que sacaran en las últimas elecciones... a pesar de que el pueblo les pueda haber retirado toda su confianza.

Quizás habría que pensar en cambiar la financiación y que no estuviera relacionada con el número de escaños conseguidos sino con el porcentaje de participación ciudadana en las elecciones. Cuantos más ciudadanos voten más dinero habría para repartir entre los partidos que van a hacer campaña. De esta manera no serían los partidos grandes los que siempre se llevarían la mayor parte de los recursos y les dejaría de interesar que poca gente vaya a votar (cuanta menos participación más fácil es conseguir un escaño para los grandes partidos).

La pega: que algunos listos montarían partidos para quedarse con la subvención.

Posible solución: eliminar las campañas políticas tal y como se entienden ahora.

¿Qué problema hay con las campañas actuales?
  • Los mítines son un gasto inútil de dinero, ya que sólo van los que ya pensaban votar a ese partido y no convencen a nadie que no los fuera a votar.
  • El reparto de propaganda electoral es un gasto en material bastante considerable, además de dejar las localidades llenas de basura (panfletos, sobres, posters, ...), además de no cambiar tampoco el voto de quien ya está decidido (e incluso los indecisos suelen tenerlo decidido aunque no lo quieran decir... si es que al final votan).
  • La cobertura que pueden ofrecer en el reparto de su programa electoral los partidos depende del tamaño del propio partido (en recursos): a más recursos mejor cobertura, mientras que un partido pequeño puede no tener suficientes recursos para toda la propaganda necesaria.
Se podría cambiar todo esto de una manera bastante fácil:
  • Eliminando los mítines y aumentando el número de debates múltiples (no sólo los dos partidos mayoritarios *en las anteriores elecciones*) en los medios de comunicación.
  • Eliminando la propaganda electoral. Repartir publicidad sería penado por la Junta Electoral.
  • Unificar los programas electorales en un único libreto que se repartiría por buzoneo y sería la única publicidad electoral válida. Los programas electorales tendrían que presentarse con el suficiente tiempo para poder imprimir los libretos, pero no debería ser ningún problema. Hay suficientes imprentas como para tener los libretos a tiempo.
Por supuesto esto no son más que ideas que habría que trabajar.

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